Princesas urbanas

Jueves que se les hacen viernes,
Buscan, amor a quemarropa.
Igual Cupido se les amotina, lo dudo.
De instinto callejero van sobradas,
Pasean en chándal, luciendo AirMax,
Y ya no hay quien escriba un cuento;
Para estas princesas urbanas.

Consideraciones respecto a tus te quiero

Será el aguacero de Octubre
De un Otoño madrileño
El que diluya tus restos
de mi triste corazón.

Te querré en todos los versos
Que no lean tus pupilas
Te querré en todos mis sueños.

Te querré en prosa y en verso
Y en los 5 continentes
Donde piense tus te quiero.

Te querré cuando cuelgues
De los besos de algún interesado.
Te querré a solas, contigo y sin ti.

Te quiero hoy, te quise ayer,
Pero quizás, ya no mañana.

Adiós

Y seré deambulante hombre
Entre tus piernas de mujer
Haciendo el amor, sin amor.
Y pude resumir esta historia
En sesenta noches locas
De dos corazones que,
Desfallecen entre sus latidos.
Y es hora de volver a marchar
Con las ascuas puestas
Que hicieron sentirnos vivos.

Me sabes a deseo

Mis dedos han sentido

Tus eróticos desnudos
Que en mi boca provocan
Húmedos oasis de placer.
Escucharte gemir
Es para mi embriagadez
Que anuncia entre hambre y sed,
Tardes de suspiros y placer.

Despedida

Verán los fríos aguaceros
En tu rostro sus gotas resbalar,
Y entre mares tu pupila
Llorando se ahogará.
Pero tus manos deseosas
Sajaran y cegaran,
Los sucios ojos tupidos
Que no te quisieron amar.

Angustia

Cual rama quebrada y moribunda
Vertida sobre la tierra me siento.
Y escucho mi agonía,
Y pienso que cuando siento
Las epidemias que pueden ser del alma,
Siempre son del corazón.

Melancolía para Verano

Brotan otra vez
Un par de tréboles y un verde césped
Manchado de agonía del verano,
Al que precede una hoja putrefacta.
Y el rayo de sol casi dorado
alumbra la brizna de hierba
que vuela entre el jilguero solitario.

Ya se pone el sol
Y de nuevo entre sus rayos
Brota la vida del verano:
Una mariposa, un par de mosquitos
Un corazón desplomado.

Rosa angustiada

Mío será tu tiempo y tu aliento,

Como la espina de tan bella rosa clavada

Pues brama desesperada

A que ultimes su tormento.

Por muerte de quimeras sediento,

Mi voz medio cortada

Yace en tu pecho crucificada,

Que riela a mis ojos hambrientos.

Tímidas alboradas,

Madeja de sentimientos

Para acabar las madrugadas.

Caricias al vuelo despeinan al viento,

Mis Pupilas exiliadas

Rosa angustia, sufrimiento.

Miedo

Cuando el recuerdo descansa
Roto, inquieto
Solo temo el no verte,
Pues a mi vida das aliento
Y cuando te pienso
El olvido vence al miedo,
que no es más que
la voz racional
que calla al pensarte.
Y hoy si, siento el miedo
que se apaga lentamente,
pobre soñador que corre
siempre a verte.

Bien de amores

Algo se muere en mi alma
Cuando tus besos no están.
Caído entre penas
Empiezo a pensar que,
Morir debe ser algo así
Como dejar de caminar.
Y el corazón que palpita
Tras tus pasos al andar,
No sufre mas que locura transitoria
Que no ha de transitar.

Entonces, esto es poesía.

Cautivemos las ideas en frascos diminutos

Para cuando escaseen,

Tener con que ungir

La amargura de sentir la soledad.

Y en la travesía de la vida,

Dejar impreso cada verso en el camino,

Y con alguno, construir una sonrisa

En los demás.

Paseo de Primavera

Vuelan ya en este aire turbio
Risas de un jardín de mayo.
Flores magentas en las veredas
Lirios en flor y en sombra,
Campo y sangre de amapola.
Y la brisa juega borracha
En el páramo a cazar la mariposa.
La más viciosa tierra se riega
Con sudor del jornalero,
El muchacho y la niña
Se dan el primer beso
En primavera, y la luna riela
Como el sol que nace
Y se autoquema.

Equinoccios

En marzo naciente,

Con abril lluvioso,

Y mayo florido

Hacen Junio el hermoso.

De julio árido,

Espero agosto caluroso.

Al septiembre otoñal,

Mi octubre ventoso.

Nieblas de Noviembre,

Y Diciembre canoso.

El joven Enero

Para Febrero amoroso.

La primavera florida

Luce verano envidioso.

De las hojas del otoño,

Al invierno espinoso.

Luna

Los días navegan al son del tiempo

Y al compás de la luna,

Que escapa voraz

Ante el sueño de encontrarle.

Y ella siempre exquisita,

Melancólica y nocturna.

Y riega con estrellas

El cielo que él oculta.

Pues no temas triste luna,

Todo ha de pasar

El duro invierno, la soledad.

Inquietud

Son concebidas las grandes dulzuras

Que hoy dejas verter sobre mí ser.

Y a la par que te redimes, el viento,

El terso viento, me trae el perfume

De tu amor, que no se mueve

Sino por plegarias. Y hoy entierro

Mi verano por estar lleno de invierno,

Y ya no sé si te corono

Con laureles, o con espinas.

Hoy siento

Hoy solo siento caricias

Que galopan al eco de tu amor,

Crucifican penas, arrancan tristezas

Y siembran al son de besos indomables

Deleitosa risa y monstruoso adiós.

Hoy siento el frágil aguacero,

Que pintas sobre la mañana gris de marzo,

Que apena al jilguerillo

Que aletea en mi cabeza

Y a golpes se despluma,

Entre gotas de dolor.

Catarsis

El vicio humilde se convierte en rutina,

En la risa amarga de crueles problemas yertos,

En duros tramos donde socorriste a tu risa.

Hoy me hablas, y en mi pecho despunta fiel

La catarsis de amar.

Nada

Busco en los colores de la tarde,

El trinar del ruiseñor.

El ego poetizado y explotado

De ser, y de ser no ser nada.

Busco ser llovizna de barro

En tus manos de alfarera.

Busco solamente el camino tibio

De esculpir de bronce mis palabras.

Busco recovecos a los que huir,

Y allí encontrar tu sonrisa despeinada.

Las suaves melodías del viento

Y entre el viento, olor a lluvia mojada.

Pues hoy agonizo por buscar

Y de buscar me golpeo,

Con el arte de la nada, nada.

Cárcel de rejas limadas

La cúpula me oprime en su celda sin temor,

Y al amanecer sus ventanas lloran la verdad,

Observan a la luna que se ahoga en su pesar

Por no ver sufrir al preso en su absurda libertad.

Pasean por allí las rejas paralizadas

A las que solo se las oye bramar gritando rebeldía.

Y entre tanta revuelta volvió a llegar la absurda libertad.

Otro día ha de pasar y sin duda volvería.

Encerrado y abatido ya no puedo estar

Fugitivo de mi naturaleza fallida

Debí alzar la vista antes  para encontrar,

Las rejas limadas por la libertad.

Musa alada

Entre arcoíris de gasolina,

El cielo huele a pólvora mojada.

Y entre el cielo rojizo,

Sacrifican sus crisálidas al alba.

Emergen entre la pura seda

Y como fusiles entre sus alas,

Surcan las verdes hojas,

Y vuelan, y danzan.

Mi España

Viajamos sin rumbo.
Perdidos. No miramos atrás
pero si a la España que se pudre.
Yo la anhelo con los ojos
llenos de injusticia
Y le grito ¡Resiste!
¿Y a la libertad?
A la libertad la dejaron mutilada,
Y ahora en mis manos,
nada que perder.
Escudado con la rabia
que quema mis entrañas,
nuestra España solo se defiende
a golpe de poeta.

Haikus

Llanto de nube,

Y la estela al pasar de

Nuestra soledad.

La depresión

De un corazón sin ego;

Es la presión.

Recorro el tiempo,

Con ojos tormentosos

Para oír tu voz.

Deshojando otoños

 La hoja cae, triste, desolada y fría.

Tiñe de dulce rojizo su campo yermo.

Sucumbiendo al vaivén de la mañana,

Anhela retoñar en la grata primavera

Para junto a sus hermanas

Alegrar las entradas de cada amanecer,

A la tierna luna, y al sol esquivo.